ANEXO.
OBRA DE GARCILASO DE LA VEGA.
Garcilaso
comienza su producción en la tradición castellana, pero pronto se aprecian las
influencias de Ausías March y de Petrarca, que se traduce en un autoanálisis
del sentimiento amoroso de raíz hispana con una proliferación de elementos
sensoriales propios del Petrarquismo.
Su
destierro a una isla del Danubio y su viaje a Nápoles le ponen en contacto con
los clásicos (Horacio, Virgilio, Ovidio) y con los autores más importantes del
Renacimiento italiano, como Sannazaro o Bembo.
Tras
el viaje a Italia se observa una asimilación completa de las fuentes.
Como
su vida fue breve, su obra también lo fue. Será publicada por la viuda de su
amigo y poeta Juan Boscán a la muerte de éste, y figura como el libro IV en Obras de Boscán y algunas de Garcilaso de la Vega.
Escribió en total:
-ocho
coplas
-tres
églogas
-dos
elegías
-una
epístola
-treinta
y ocho sonetos
-cinco
canciones (la Canción V es la famosa “Oda a la flor de Gnido”).
TEXTOS
ÉGLOGA
I
Salicio
¡Oh
más dura que mármol a mis quejas,
y al
encendido fuego en que me quemo
más
helada que nieve, Galatea!,
estoy
muriendo, y aún la vida temo;
témola
con razón, pues tú me dejas,
que
no hay, sin ti, el vivir para qué sea.
Vergüenza
he que me vea
ninguno
en tal estado,
de
ti desamparado,
y de
mí mismo yo me corro agora.
¿De
un alma te desdeñas ser señora,
donde
siempre moraste, no pudiendo
de
ella salir un hora?
Salid
sin duelo, lágrimas, corriendo.
ÉGLOGA
III
Cerca
del Tajo en soledad amena
de
verdes sauces hay una espesura,
toda
de yedra revestida y llena,
que
por el tronco va hasta la altura,
y
así la teje arriba y encadena,
que
el sol no halla paso a la verdura;
el
agua baña el prado con sonido
alegrando
la vista y el oído.
Con
tanta mansedumbre el cristalino
Tajo
en aquella parte caminaba,
que
pudieran los ojos el camino
determinar
apenas que llevaba.
Peinando
sus cabellos de oro fino,
una
ninfa del agua do moraba
la
cabeza sacó, y el prado ameno
vido
de flores y de sombra lleno.
ODA
A LA FLOR DE GNIDO
Si
de mi baja lira (1)
(baja = modesta)
tanto
pudiese el son, que en un momento
aplacase
la ira
del
animoso viento
y la
furia del mar y el movimiento,
y en
ásperas montañas
con
el süave canto enterneciese
las
fieras alimañas, (2)
los
árboles moviese,
y al
son confusamente los trajese;
Profe no tengo lo de las vias de los misticos y ascetas, puedes ponerlo?
ResponderEliminarSoy marta chichon